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El organizador del encuentro, el diputado nacional Leonardo Grosso, del Frente de Todos, consideró que «hay una gran deuda que el norte global tiene con los países en vías de desarrollo y se vincula directamente con el grado de crecimiento y acumulación que tuvieron como consecuencia de la explotación de los recursos naturales y de la contaminación que generan»

«Por eso estamos planteando que nosotros también somos acreedores de esa deuda ecológica que generaron y repartir las cargas de manera equitativa», agregó el también titular de la comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la Cámara baja.

El legislador enfatizó: «Estamos convencidos que a partir de ahora el modelo de desarrollo global debe tener una perspectiva ambiental y, sobre todo, en América Latina, la protección de nuestros recursos tiene que ser una prioridad que nos una como bloque regional frente a las grandes potencias que contaminan acá como no lo hacen en sus territorios».

Su compañera de bloque, Florencia Lampreabe, apuntó: «Como dijo Néstor -Kirchner- en 2004, ‘Quienes cargamos con deudas de increíble peso en materia financiera somos a la vez los mayores acreedores ambientales'».

«Debemos construir juntos una lectura ambiental de la deuda para nuestro país y la región», expresó la diputada, referenciada en ‘La Cámpora’.

Por su parte, la secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente, Cecilia Nicolini, opinó que «los canjes de deuda ambientales se aplican desde los 80′, con experiencias en Bolivia, Seychelles y Belize» y que «su uso es una vía para hacer valer los servicios ecosistémicos que los países aportan al planeta y, a la vez, aliviar las cuentas públicas«.

«Nuestro país, a la par de sus ambiciones climáticas, debe afrontar una deuda insostenible y necesitamos instrumentos financieros que contemplen las desigualdades históricas y garanticen transiciones con soberanía. Así lo planteamos en la COP26 y volveremos a hacerlo en la COP27«, completó.

Por último, la ministra de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, Daniela Vilar, coincidió con Lampreabe en que «ya en la cumbre COP de 2004, Néstor nos había señalado que, si superponemos el mapa mundial de la pobreza y el endeudamiento financiero, con el mapa de los países acreedores de activos ambientales, la coincidencia era muy grande».

«A su vez, los países que más aportan al calentamiento global, acreedores de esas deudas financieras, son los mismos que se desarrollaron a costa de nuestros bienes comunes naturales«, alertó.

Para Vilar, «necesitamos desarrollar medidas novedosas, que rompan con estos paradigmas y permitan que los países del Sur Global, aquellos que menos contribuimos a la crisis climática pero más consecuencias sufrimos, podamos implementar medidas de adaptación y mitigación».

#PA. Télam.

27 de agosto de 2022.