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El Día Mundial del Guardaparque, también llamado Día Mundial de los Guardas Forestales, es celebrado cada 31 de julio en homenaje a estos profesionales comprometidos con el cuidado de los bosques, áreas protegidas, parques nacionales y estatales.

Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Argentina, que tiene a su cargo los Parques Nacionales, los guardaparques “son agentes de conservación que cumplen una gran diversidad de funciones, que van desde el control y la vigilancia de las áreas protegidas hasta la atención a los visitantes, el trabajo con pobladores y comunidades locales, actividades de educación ambiental, apoyo a investigaciones científicas y la prevención y el combate de incendios”.

Las tareas de los guardaparques nacionales está estipulada por la Ley 22.351, que sostiene que “el control y vigilancia de los Parques Nacionales, Monumentos Naturales y Reservas Nacionales (…) estará a cargo del Cuerpo de Guardaparques Nacionales como servicio auxiliar y dependiente de la Administración de Parques Nacionales, a los fines del ejercicio de las funciones de policía administrativa que compete al organismo”.

El Cuerpo de Guardaparques Nacionales de Argentina nació en 1928 con la designación de sus siete primeros integrantes destinados al Parque Nacional del Sur. Estos guardaparques eran pioneros patagónicos, gauchos salteños y mensús del Alto Paraná por ser quienes mejor conocían los terrenos y porque estaban acostumbrados a vivir en condiciones de aislamiento y a lidiar con las inclemencias del clima.

En 1938 fue creada la Escuela de Viveristas y de Capacitación para Guardaparques, ubicada en la Isla Victoria. En 1967 nació la “Escuela de Guardaparques”, primera en su género en América Latina.

Desde 2005, la formación de los agentes nacionales de conservación se desarrolla en el Centro de Formación y Capacitación en Áreas Protegidas (CFyCAP) de la Administración de Parques Nacionales, en la localidad de Embalse, provincia de Córdoba.