Por Joaquim Elcacho
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Científicos, ecologistas, gobiernos e incluso las empresas productoras y envasadoras parecen estar de acuerdo, desde hace años, en la necesidad de aprobar una convención o tratado internacional sobre la contaminación por plásticos.
El proyecto Global Plastic Navigator, liderado por WWF, indica que hasta la fecha 114 países han expresado públicamente su apoyo a la discusión en el marco de la ONU de un tratado sobre contaminación por plásticos. Además, 42 países han dado su apoyo al inicio inmediato de las negociaciones con la propuesta presentada por Perú y Ruanda en septiembre de 2021 (Proceso de negociaciones intergubernamentales hacia la construcción de un Acuerdo Global Legalmente Vinculante contra la Contaminación por Plástico).
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Manifiesto empresarial
Para seguir sumando esfuerzos, el lunes 17 de enero, representantes de más de 70 grandes grupos empresariales y entidades financieras firmaron un manifiesto por el que piden «a los estados miembros de las Naciones Unidas un compromiso para el desarrollo de un tratado global sobre la contaminación por plástico». El texto de este manifiesto propone que el nuevo acuerdo mundial contra la contaminación por plásticos sea «ambicioso» y «legalmente vinculante».
¿A qué espera entonces la ONU para responder a este requerimiento? De momento, no hay respuesta disponible. Los acuerdos y tratados aprobados hasta ahora en el marco de Naciones Unidas para limitar los residuos de plásticos de un solo uso o la contaminación de mares y océanos por plásticos no son suficientes para solucionar el problema, coinciden en afirmar todas las partes implicadas.
«Un nuevo tratado de la ONU es crucial para establecer un alto estándar de acción común que todos los países deben cumplir y para impulsar la transición a una economía circular para los plásticos a nivel mundial y a escala. Esto requiere que los gobiernos se alineen con las medidas regulatorias que cubren todo el ciclo de vida de los plásticos, sin limitar el alcance de las negociaciones para abordar solo los desafíos de la gestión de desechos», indican los firmantes de este manifiesto en un resumen de intenciones difundido a través del portal en internet creado específicamente para promover este tratado.
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Esperanzas en la UNEA-5
Después de dos años de revisión de datos y trabajo en comisiones, la ONU había previsto iniciar el debate sobre un posible convenio de este tipo en 2021 pero las medidas contra la pandemia por Covid-19 obligaron ampliar el plazo de preparación.
Ahora las esperanzas están puestas en que la propuesta de convención sobre plásticos sea tratada en la segunda parte de la quinta sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5.2), a celebrar en Nairobi (Kenia), con participación on line, del 28 de febrero al 2 de marzo de este año. Sin embargo, no está claro que la agenda de esta reunión incluya avances importantes sobre las propuestas de tratado contra los residuos de plásticos. En la página en internet de la UNEA-5, por ejemplo y hasta la fecha, no se hace ninguna mención explícita a este tema.
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Coca Cola y PepsiCo lo piden
Curiosamente, en este caso son los representantes de empresas (muchas de ellas fabricantes y envasadoras directamente afectadas) y entidades financieras quienes reclaman que la ONU y los gobiernos avancen este mismo año en un tratado sobre plásticos. «En 2022, los gobiernos nacionales se reunirán para la reanudación de la sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ( UNEA 5.2 ), presentando a la comunidad internacional una oportunidad única para tomar decisiones sustanciales sobre la contaminación plástica», indica el manifiesto firmado por más de 70 representantes de empresas como Coca Cola, Pepsico, Ikea, Henkel, Inditex, Nestlé o Unilever.
Texto del Manifiesto empresarial por un tratado de la ONU sobre la contaminación por plásticos.
«Si bien el plástico juega un papel importante en nuestras vidas y brinda muchos beneficios, a pesar de los esfuerzos continuos, gran parte termina como desecho en incineradores, vertederos y el medio ambiente. Cada año, millones de toneladas de plástico se filtran al medio ambiente, y la creciente evidencia muestra que este problema seguirá creciendo a menos que reconsideremos fundamentalmente la forma en que producimos, usamos, reutilizamos y desechamos el plástico».
«Reconocemos que tenemos un papel en el esfuerzo global destinado a detener la contaminación por plástico y estamos comprometidos a abordar este problema. Hemos establecido objetivos concretos para crear una economía circular para los plásticos y abordar este desafío a través de iniciativas voluntarias, como el Compromiso Global por la Nueva Economía de los Plásticos y los Pactos de Plásticos, ReSource: Plastic y muchos otros«..
«Sin embargo, estas acciones por sí solas no pueden resolver este problema. Se necesita una respuesta internacional coordinada, que alinee a las empresas y los gobiernos en torno a una comprensión compartida de las causas de la contaminación plástica y un enfoque claro para abordarlas».
«Creemos que al armonizar los estándares regulatorios, exigir el desarrollo de objetivos y planes de acción nacionales, definir métricas y metodologías comunes y apoyar la innovación y el desarrollo de infraestructura, un tratado de la ONU sobre contaminación plástica puede ayudar a impulsar la transición hacia una economía circular para el plástico, en velocidad y escala».
«El imperativo empresarial es claro: debemos trabajar juntos para resolver este problema. Por lo tanto, instamos a los estados miembros de las Naciones Unidas a que inicien con urgencia negociaciones sobre un tratado sobre la contaminación plástica. No hay tiempo que perder».
«En el caso de las instituciones financieras, estamos comprometidos con prácticas de inversión responsable que apoyen una economía circular de los plásticos».
«Nosotros, como grupo de signatarios del manifiesto empresarial para un Tratado de la ONU sobre contaminación plástica, reconocemos que:
● El problema de la contaminación plástica es de naturaleza transfronteriza y genera impactos negativos significativos en nuestro medio ambiente, sociedad y economía.
● Se necesita urgentemente una respuesta internacional holística y coordinada que aborde los problemas en su origen para detener de manera efectiva la fuga de plástico en la naturaleza.
● Una economía circular para los plásticos contribuirá a los esfuerzos para abordar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, al mismo tiempo que generará impactos sociales y económicos positivos.
Por lo tanto, instamos a los Estados miembros de la ONU a establecer un Comité de Negociación Intergubernamental en UNEA 5.2 para desarrollar un instrumento internacional ambicioso y legalmente vinculante sobre la contaminación plástica que:
● Incluye políticas upstream y downstream, con el objetivo de: mantener los plásticos en la economía y fuera del medio ambiente, reducir la producción y el uso de plásticos vírgenes y desvincular la producción de plásticos del consumo de recursos fósiles.
● Establece una dirección clara para alinear a los gobiernos, las empresas y la sociedad civil en torno a una comprensión común de las causas de la contaminación plástica y un enfoque compartido para abordarlas. Para las empresas y los inversores, esto crea un campo de juego equitativo y evita un mosaico de soluciones desconectadas, al tiempo que establece las condiciones propicias adecuadas para hacer que una economía circular funcione en la práctica y a escala.
● Proporciona una estructura de gobernanza sólida para garantizar la participación y el cumplimiento de los países, con definiciones comunes y estándares armonizados aplicables a todos. Esto facilita las inversiones para escalar innovaciones, infraestructuras y habilidades en los países e industrias que más necesitan apoyo internacional».
«Estamos en un momento crítico para establecer un ambicioso tratado de la ONU que fomente la colaboración para soluciones sistémicas y acelere la transición a una economía circular a nivel mundial. UNEA 5.2 es el momento decisivo y más auspicioso para cambiar el rumbo de la crisis mundial de contaminación plástica. No podemos perderlo».
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#PA. La Vanguardia.
enero del 2022.