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La Biofábrica es una empresa de base biotecnológica que se dedica a la biotecnología desde hace más de 16 años. Como empresa netamente misionera muestra la visión de la provincia desde hace muchos años de apostar al desarrollo de estos temas tan novedosos y tan necesarios.

Que sea de base biotecnológica indica que es un conjunto de técnicas que utilizan células, cultivos, tejidos y organismos vivos para generar productos o para mejorar productos. Dentro de esos productos está toda la gama de vitroplantas, el área de producción de plantas, los bioinsumos que se producen en el lugar. Además, existen las diplomaturas, que es la formación de recursos humanos, con una diplomatura en biotecnología vegetal que se está dictando en el aula taller móvil en la localidad de 2 de Mayo.

Por otra parte, se ofrece el servicio de laboratorios móviles a los que necesitan, ahí están los 5 fitolabs, los cuales han sido enviados a otras provincias donde, mediante ese laboratorio móvil, pueden iniciar todo un trabajo de propagación y de biotecnología, universidades, centros de producción, centros de investigación.

Respecto al Centro de Producción y Validación de Tecnologías Hortícolas ubicado en San Vicente, uno de los objetivos fue desarrollar esa cuenca como productora de hortalizas de fruto, contó a Silicon TV, Luciana Imbrogno, gerente general de la Biofábrica, quien sostuvo que “teníamos la necesidad de salir al territorio, vincularnos más con la zona centro productiva de la provincia y con los productores”.

En ese sentido, aseguró que es “sumamente valiosa, exitosa y productiva” la articulación con el ministerio del Agro y la Producción, “lo que queremos es producir, demostrar que se puede producir a escala, que se puede producir mucho en la provincia e intentar reemplazar las hortalizas que ingresan desde otras provincias por producción local y producción propia. Por otro lado, le pusimos validación de tecnologías hortícolas porque es muy importante adaptarlas a la zona porque por ahí son tecnologías que se utilizan en otros lugares, pero nosotros tenemos que validar que acá son efectivas, que se pueden utilizar y que los productores y productoras puedan venir, verlas, copiarlas y llevárselas a sus chacras. Entonces, validamos las tecnologías, producimos y capacitamos”.

Todos estos procesos tecnológicos que tienen como objetivo obtener productos y servicios, generan productos que vienen a solucionar algún tipo de problema. Por eso es importante que lleguen a las chacras. En ese aspecto, Imbrogno puso como ejemplo a los cultivos in vitro que salen del laboratorio, “son productos que están saneados por algún problema de enfermedades, o es una genética muy superior que la tenemos que multiplicar a escala para que pueda llegar, o es algún producto que no se consigue. Por ejemplo, un plantín de banano no es fácil de conseguir porque no hay semilla de banano. Ese es un poco nuestro rol. Ver qué hay, traerlo a la provincia, validarlo, en la biofábrica, o en el centro de producción y validación de tecnologías hortícolas. Entonces, bueno, vemos que funciona, y los productores lo pueden empezar a utilizar. Me parece que ese es un poco nuestro rol, y que trabajamos todo el tiempo para eso”.

La Biofábrica no es una empresa privada de productos fitosanitarios que tienen algún interés económico y apunta siempre a los cultivos regionales, a las producciones locales, que son yerba mate, té, y tabaco,  con cultivos que ocupan más de 250.000 hectáreas en la provincia.

Respecto al futuro, el objetivo que se traza la institución es el desarrollo de bioinsecticidas para la producción de yerba mate, siendo este un proceso que lleva mucho tiempo, como así también bioinsecticidas para control de ácaros en té, son dos líneas de trabajo que estamos decididos a avanzar para dar soluciones locales a problemas locales. Pero estamos recién empezando y tenemos muchos años para adelante todavía”.