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En la Escuela de la Familia Agrícola (EFA) de San Ignacio de Loyola, profesores y alumnos se capacitan en la utilización y aplicación de bioinsumos a través de Biofábrica y Silicon Misiones.
Se trata de la primera EFA creada por el padre José Matz en la tierra colorada, allí los alumnos se forman e incorporan conocimientos para luego plasmarlos en las chacras familiares.
El profesor encargado de la huerta, Guido Pretzel, habló sobre este trabajo en equipo que se desarrolla junto a Biofábrica y Silicon Misiones otorgándole a los jóvenes nuevas herramientas que mejoran la producción y el rendimiento del suelo. Además, impulsan el cuidado del ambiente, la salud y la producción de alimentos orgánicos cada día más demandados por el mercado.
Autoabastecimiento orgánico y sostenible
Al respecto, contó que realizaron una capacitación junto a los chicos. “Estamos usando un producto orgánico que se mezcla con agua, le da un tinte oscuro. Esto se aplica a la planta y la protege como fungicida”, explicó Pretzel.
Además, especificó que el producto se aplica a través del riego cada 15 días, en dos invernaderos donde se produce tomate y pepino. “El tomate se utiliza en el consumo de la escuela y con los pepinos hacemos conservas y también se comercializa fresco en los comercios locales“, añadió.
Herramientas que fortalecen el arraigo rural
Matías Mendoza, uno de los estudiantes, contó la experiencia y el aprendizaje incorporado. “El cambio, luego de utilizar los bioinsumos es notable. La planta se conserva y el fruto es más grande y colorido, no se degrada tan rápidamente, y repele a los insectos que normalmente se suben a la planta. También evita que crezcan yuyos que perjudiquen el crecimiento de la planta”, argumentó.
Otro alumno, Benjamín Lechovid, dijo que “todo lo aprendido se lo explico a mis padres y lo implementamos en mi casa“. Además detalló que los resultados fueron muy buenos con “mejores hojas, mejor color y textura“.
Fuente: Canal 12
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