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«Trabajamos en proteger un territorio, y a partir de ese territorio protegido y restaurado, con todas las especies claves incluidas, tratar de generar economías regenerativas para que las comunidades no solo se queden viviendo en la zona, sino que además sean los principales cuidadores de esa naturaleza«, explica a Sofía Heinonen, presidenta de la fundación.
Rewilding, fundada en 2010 bajo el nombre de Flora y Fauna Argentina, es heredera del legado de The Conservation Land Trust Argentina, institución creada en 1997 por los ecologistas estadounidenses Douglas y Kristine Tompkins.
Sus principales proyectos comprenden el Parque Iberá, en la provincia de Corrientes -donde destaca la reintroducción de osos hormigueros, yaguaretés o nutrias gigantes-; el Parque Nacional El Impenetrable, en Chaco -segundo mayor bosque continuo de Suramérica, tras el Amazonas-; el Parque Patagonia, en Santa Cruz, zona muy sensible a los efectos climáticos y al uso intensivo del suelo, y el más reciente, el Patagonia Azul en Chubut.
«Arrancamos en los Esteros del Iberá, que es un gran humedal, con Kris y Doug Tompkins, en el año 97. Es el origen de todo, es el modelo», señala Heinonen.
Un modelo basado en el trabajo mancomunado con el Gobierno de la Nación y los provinciales; con organizaciones conservacionistas y sociales y filántropos de diversas procedencias, y sustentado en la adquisición de tierras para después, ya restauradas, donarlas al Estado para crear y ampliar parques protegidos abiertos al público.
«Nuestra visión es, a la larga, delegar todo en el Estado y las comunidades y podernos retirar del territorio, somos transitorios«, añade la presidenta de la Fundación, que cuenta con un equipo de alrededor de 170 profesionales, desplegados en las zonas donde se implementan los proyectos.
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Revertir el impacto del humano
Los lugares donde Rewilding desarrolla su labor hablan por sí solos. Paraísos repletos de fauna y flora que a lo largo del tiempo se han visto expuestos a peligros que la fundación apunta a revertir.
«Rewilding significa justamente eso: reasilvestramiento de lugares que fueron impactados por el humano», afirma Diana Friedrich, coordinadora del proyecto Parque Patagonia Azul, la primera experiencia de la fundación en restauración de ecosistemas costeros marinos.
Ubicado en la provincia de Chubut, dentro de la Reserva de Biósfera Patagonia Azul, el futuro parque alberga más de 60 islas y bahías protegidas donde se alimentan, reproducen y nidifican numerosas especies de aves y mamíferos marinos, como petreles, cormoranes, gaviotas, pingüinos y lobos, sin olvidar los delfines, toninas o ballenas que nadan en sus aguas.
Un lugar que, aunque «parece muy prístino», según Friedrich, sufrió «un impacto muy grande» cuando se «mataba en masa» a pingüinos y lobos marinos para extraer su aceite, así como por la introducción de especies exóticas invasoras.
«Estamos trabajando en el monitoreo y control de conejos que fueron introducidos en la época donde se usaban mucho las islas para la cosecha de aceite. También hay gatos y ratas, y esas tres especies son las que más amenazan a todas las islas del mundo«, argumenta la naturalista.
Otros trabajos apuntan, por ejemplo, a la resiembra de un tipo de alga muy explotada hasta hace unos años o al monitoreo de varias especies marinas y terrestres.
«Empezamos a trabajar en una zona de parque interjurisdiccional, muy chiquitita, a lo largo de la costa, y nuestra expectativa es poder expandir la protección marina al frente de toda esta costa, una extensión lo más grande posible para que por lo menos actividades como la pesca de arrastre se puedan prohibir en esa zona», agrega por su parte Heinonen.
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Los beneficios del turismo
El trabajo de Rewilding se basa en un sistema de ‘producción de naturaleza’ que permite rehabilitar áreas naturales que a su vez son motores del resurgir económico y social de las regiones rurales que las rodean. En esto el ecoturismo, con servicios prestados por emprendimientos locales, adquiere un valor fundamental.
«No queremos el turismo masivo, queremos el turismo de contemplación, que la gente que venga se conecte con la naturaleza», señala Friedrich.
«La experiencia personal de pequeños grupos con mucho respeto a la fauna», concreta Heinonen.
Por ejemplo, en Patagonia Azul se ha impulsado un primer portal de acceso al turismo con un camping, y un operador turístico organiza paseos en lancha hasta la isla de Leones: «que tiene un faro de antaño, hermoso, súper romántico», subraya Friedrich, para adelantar que ya se trabaja en incorporar otros puntos de acceso de visitantes.
#PA. EFE.
15 de enero del 2022.